La limpieza excesiva puede causar toallas cuadradas volverse rígido.
Por un lado, la limpieza excesiva generalmente implica el uso de una gran cantidad de detergente. Si el detergente no se limpia a fondo y permanece en la toalla, a medida que el agua se evapora, los componentes químicos en el detergente cristalizarán y precipitarán en las fibras de toalla, haciendo que la toalla rígida.
Por otro lado, la limpieza frecuente, especialmente con agua caliente, puede hacer que las fibras en la toalla pierdan gradualmente su elasticidad y se vuelvan ásperas y duras durante los procesos de humectación y secado repetidos. Al mismo tiempo, la limpieza excesiva puede dañar la capa de aceite natural en la superficie de las fibras de las toallas, lo que podría haber mantenido la toalla suave pero facilitado endurecerse sin ella.
Además, la limpieza excesiva utilizando una fuerza mecánica fuerte, como el roce vigoroso o el agitación excesiva, puede dañar o romper las fibras de las toallas, lo que hace que la estructura de la toalla se suelte y la sensación de la mano sea difícil.